Reto módulo 2. Nada es fácil, todo es posible
Durante las pasadas elecciones generales,
ante la incertidumbre de si mi voto por correo llegaría a tiempo para ser
efectivo, me planteé la frustración que debieron sentir las mujeres a lo largo
de la historia por no poder opinar, por no poder ejercer los mismos derechos
que desde siempre se habían otorgado a los hombres y reconozco que la sensación
de impotencia no era agradable…. Quería contar, quería decidir, quería tener al
menos la oportunidad….
Por esta razón quiero hablar de ella, Clara
Campoamor (1888-1972)
Madrileña
de nacimiento, perdió a su padre cuando era niña por lo que, con tan solo 10 años,
tuvo que trabajar para poder sobrevivir.
Siendo
adulta pudo retomar sus estudios y lo hizo con tanto ahínco que completó el
bachillerato, se licenció en derecho y fue la segunda mujer en ingresar en el
Colegio de Abogados de Madrid, participando en la fundación de la Federación Internacional
de Mujeres de Carreras Jurídicas y el Instituto Internacional de Uniones Intelectuales.
Fue
en su época como profesora de mecanografía cuando entró en contacto con
activistas femeninas, lo que la llevó a colaborar con distintas asociaciones y
a preocuparse por la política y, especialmente, por la situación en desventaja
de la mujer.
Una
vez acabada la dictadura y vinculada al Partido Radical, se presentó a las
elecciones para las Cortes Constituyentes de la Segunda República donde fue
elegida diputada por Madrid.
Durante
el proyecto de elaboración de la Constitución lideró la reivindicación del
sufragio femenino y defendió la igualdad entre mujeres y hombres, lo que llevó
a situarse en contra de la postura de su propio partido.
Sin
embargo, el peso de sus argumentos y su locuacidad hicieron que, aprobada la nueva
Constitución en diciembre de 1931, se reconociera el derecho al voto de la
mujer, siendo éste efectivo por primera vez el 05 de noviembre de 1933.
Sin
embargo, este gran éxito para la democracia le costó el exilio tras el estallido
de la guerra civil y la condenó a morir en Suiza a pesar de sus numerosos intentos
por regresar a España.
En
definitiva, Clara Campoamor fue una mujer avanzada a su época que marcó la
diferencia, que rompió los moldes de una sociedad machista.
Estudiante
incansable cuando más de la mitad de la población española era analfabeta, Clara
no sólo consiguió el derecho al voto femenino; entre sus logros también
destacan (i) la aprobación del divorcio que liberaba a la mujer del yugo de una
relación desigual y (ii) la regulación del trabajo de las mujeres y de los
niños.
Para
terminar, me gustaría plasmar esta cita de Clara Campoamor “Es imposible
imaginar una mujer de los tiempos modernos que, como principio básico de individualidad,
no aspire a la libertad”.
Debemos
seguir luchando para que el binomio “igualdad-libertad” sea inseparable; Por
eso, como muestra de agradecimiento y homenaje a Clara Campoamor y todas
aquellas mujeres que se expusieron ante una sociedad que cuestionaba la valía
de la mujer, no podemos retroceder sólo avanzar.
Conocer
su historia es importante, no sólo para darles el valor que se merecen sino también
para demostrar que nada es fácil, pero todo es posible.
Fuentes:
https://www.revivemadrid.com/mujeres-historia-madrid
https://historia.nationalgeographic.com.es/a/clara-campoamor-vida-lucha-por-derechos-mujer_15092
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